MERCADOS

La declaración final en apoyo al plan de paz de Ucrania que se ha debatido este fin de semana en una cumbre de alto nivel en Suiza, no ha obtenido el apoyo unánime de los líderes mundiales participantes. Hasta 90 países han acudido a esta reunión en un hotel de lujo en Bürgenstock, en los Alpes suizos, donde se buscaba desarrollar un entendimiento común sobre el camino hacia una paz justa y duradera en Ucrania, y, sobre todo, debatir la propuesta del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, para acabar con la agresión rusa contra su país, que comenzó el 24 de febrero de 2022.

El texto final es un documento de dos páginas al que no se han adherido más de una docena de los países participantes, además del Vaticano, fundamentalmente del Sur Global, aunque no solo: la India, Brasil, Sudáfrica (del bloque BRICS), México, Colombia, Indonesia, Libia, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Tailandia y Armenia.

El mensaje más importante que se desprende es que los firmantes, entre los que sí está España, piden que cualquier negociación de paz futura se lleve a cabo “con una mayor participación de los representantes de todas las partes”. Esto es, al final, un llamamiento a que Rusia se implique. Moscú declinó participar desde el primer momento en esta cumbre, que el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó días atrás como “inútil”.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha declarado este domingo que Putin no descarta entablar conversaciones con Ucrania, pero siempre que se ofrezcan garantías para asegurar la credibilidad de cualquier negociación, informa Reuters citando a agencias de noticias rusas.

Zelenski ha tachado este encuentro desde el principio como un éxito por haber sido capaz de reunir a tantos líderes mundiales —56 jefes de Estado y de Gobierno, y el resto representados a nivel ministerial— en torno a esta discusión, a pesar de la ausencia de actores clave como Rusia —que no fue invitada—, China o Brasil. El ministro de Exteriores ucranio, Dmitro Kuleba, ha considerado que el texto final es equilibrado. “Se han considerado todas las posiciones de principios en las que Ucrania había insistido” ha dicho desde Kiev.

Kuleba también ha insinuado que Rusia podría participar en una futura cumbre, pero ha desestimado las exigencias lanzadas por Putin el pasado viernes de que Kiev ceda cuatro regiones de Ucrania que Rusia ha ocupado y abandone su objetivo de unirse a la OTAN. “Entendemos perfectamente que llegará un momento en que será necesario hablar con Rusia”, ha reconocido. “Pero nuestra posición es muy clara: no permitiremos que Rusia hable en el lenguaje de los ultimátums como lo hace ahora”.

La adhesión a esta declaración era una demostración del éxito diplomático de Zelenski y del apoyo a su fórmula de paz, un plan basado en 10 puntos que planteó por primera vez en noviembre de 2022, así como una demostración del aislamiento de Rusia entre la comunidad internacional, algo que no ha quedado tan demostrado dadas las importantes ausencias a la cumbre: China y Brasil no han acudido porque consideran que Moscú debería haber estar presente, aunque el presidente Lula Da Silva envió un observador. Colombia canceló a última hora porque el presidente Gustavo Petro cree que hacerlo significaría alinearse con Ucrania. Otras potencias como Estados Unidos, la India o Arabia Saudí han enviado representantes pero no han participado sus jefes de Estado o de Gobierno.

Los países adheridos a la declaración final reafirman su compromiso con el Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas y, en particular, con su negativa a recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado. El documento, asimismo, defiende los principios de soberanía, independencia e integridad territorial de todos los Estados, incluida Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, incluidas las aguas territoriales, y la resolución de controversias por medios pacíficos como principios del Derecho internacional.

Alcanzar consenso en estos puntos es importante para Kiev porque significa que los países firmantes aceptan estudiar solamente las propuestas de paz que cumplan con el derecho internacional, es decir, que Ucrania recupere el territorio definido en 1991, a menos que sea el propio país el que quiera redefinir esos límites. También es relevante la condición indispensable de que las propuestas de paz cumplan con la Carta de Naciones Unidas, pues esto implica el derecho de Ucrania a continuar defendiéndose de los ataques rusos y a liberar los territorios ocupados.

El documento, por otra parte, hace referencia a la “guerra” iniciada por Rusia contra Ucrania, y no a la “agresión”, un término que ha estado entrando y saliendo de los borradores previos porque era una demanda de Zelenski, ya que la palabra agresión hace referencia a un crimen internacional en el que Rusia es el perpetrador y Ucrania es la víctima.

Seguridad alimentaria, nuclear e intercambio de prisioneros

Los países adheridos han decidido adoptar “medidas concretas” en los tres ámbitos que se han debatido este fin de semana —seguridad alimentaria, seguridad nuclear y liberación de prisioneros—. Estas no se han especificado, pero sí han llegado a una posición común sobre los tres asuntos.

En cuanto a la seguridad nuclear, los países firmantes declaran que cualquier uso de la energía nuclear y de las instalaciones nucleares debe ser “seguro, protegido y respetuoso con el medio ambiente”. Las centrales e instalaciones nucleares ucranias, incluida la central nuclear de Zaporiyia, “deben funcionar de forma segura y protegida bajo el pleno control soberano de Ucrania y en consonancia con los principios del OIEA y bajo su supervisión”, y añaden que cualquier amenaza o uso de armas nucleares contra Ucrania es inadmisible.

En segundo lugar, la seguridad alimentaria mundial. A este respecto, declaran que los ataques contra buques mercantes en los puertos y a lo largo de toda la ruta de los mares Negro y de Azov, así como contra puertos e infraestructuras portuarias civiles, son “inaceptables”. “La seguridad alimentaria no debe convertirse en un arma de ningún tipo. Los productos agrícolas ucranios deben suministrarse de forma segura y libre a los terceros países interesados”, dice el documento.

En cuanto a los prisioneros de guerra, se pide la liberación de todos mediante un intercambio completo, y hacen referencia explícita a los niños ucranios deportados y desplazados ilegalmente, y a los demás civiles ucranios detenidos ilegalmente, que deben ser devueltos a Ucrania.

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