La sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados se convirtió esta tarde de jueves en refugio climático. Fuera, la calle ardía, como en cada ola de calor. Dentro, colocados todos en sus asientos haciéndose fotos y dándose besos, los asistentes a la jornada Educando en la diversidad, organizada por el PSOE, aprovechando la semana del Orgullo LGTBI. Sentados en sillones de piel de verdad, de esa que cuartea para bien con el paso de los años, luciendo abanicos y arcoíris, pantalones cortos, camisas floreadas. Hombres y mujeres de entre los veintimuchos y rozando el palo de la edad de jubilación.
Con más de media hora de retraso de la hora prevista, se abrieron las puertas del Congreso, entraron los colores y el público se puso en pie para recibir a los asistentes. Algunos, como Topacio Fresh, definida para la ocasión como “agitadora cultural”, sonreía y devolvía los aplausos. Otros, como el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, contenido por el sitio y el papel institucional del que pocas veces se despoja en público. Ellas, Verónica Sánchez y Jana Victoria, influencers, con la voz entrecortada, grabando lo sucedido. Y él, Jorge Javier Vázquez, vestido de Prada, con esa mueca tan suya cuando hace como que está acostumbrado al elogio y por dentro está ruborizado perdido.
Minutos antes, en otra sala contigua, de esas en las que se toman refrigerios, que hacen de camerino improvisado en actos como éste, estaban todos muertos de risa, contándose chascarrillos, preguntando al de Badalona cuándo estrena su próximo programa. “Se va a llamar El diario de Jorge, aunque yo lo que quería es mantener El diario de Patricia”, contaba.
El PSOE jugaba en casa, con público entregado a la causa. Patxi López hizo de Patxi López, ese amigo enrollado que da las gracias, que habla de lo necesarios que son los referentes, que dice que viva la pluralidad, que se refiere al ministro del Interior como “mi amigo Fernando”. Por un momento pareció que iba a gritar, como hizo Isabel Pantoja durante un concierto en la semana del Orgullo de 2022: “¡Yo soy una más de ustedes!”. Pero no, aprovechó para advertir del “peligro real de regresión” y recordar aquella imagen de Mariano Rajoy bailando en la boda de Javier Maroto. Una foto que hoy se le antoja difícil.
Fernando Grande-Marlaska, al igual que la ministra de Igualdad, Ana Redondo, llevan una semana más complicada de lo normal. Delitos de odio, migración, otra vez el machismo asesinando a seis mujeres. Aprovecharon este refugio climático en el que todos compartían un altísimo porcentaje de opiniones para sacar pecho del socialismo, recordar a la doble Z: Zapatero y Zerolo. Constatar que el lobo ya habita entre nosotros, el dardo en la piel de Isabel Díaz Ayuso.
Fuera, en la calle, el calor, las etiquetas y los prejuicios. Dentro, el bofetón de realidad al escuchar los testimonios. Con un Collboni que creció en la política sin referentes. “Solo los había en la cultura. Como si no pudiéramos ser jueces o policías”, explicó. Esa misma sensación que tuvo Jorge Javier Vázquez, que relató una infancia solitaria, donde hubo momentos que sentía que era “el único marica del universo”, la ansiedad que le producía que algún vecino le reconociera en según qué sitios. “Me bajaba del metro una parada antes de Chueca para que no me vieran”, le respondió Víctor Gutiérrez, secretario federal de Políticas LGTBI del PSOE, moderador de la jornada. “Vas a terminar muerta y sola. Es la frase que me dijo mi madre. Luego las cosas fueron cambiando”, dijo Topacio Fresh. Verónica y Jana, conocidas en redes como @oh.mamiblue, son pareja profesional y también en la vida real, madres de dos hijos. “No hace falta ser de la causa para defenderla”, dijo Verónica, que recordó cómo a día de hoy aún hay gente que cuestiona como será la infancia de esos niños sin una figura paterna. “Sentimos más machismo y misoginia que homofobia”, afirmaron.
“Hay cosas sobre las que no se debate. Le hemos dado tribuna en las teles a mucha gente a la que nunca debimos concederles un espacio. Hemos tenido demasiada manga ancha”, recordó un Jorge Javier que se merendó la mesa entera, y eso que salió antes de tiempo porque le esperaba una nueva gala de ‘Supervivientes All Stars’. Fuera, el calor. Y el mohín cuando se hable del Orgullo. Lo del Congreso de los Diputados, hoy, era un oasis.
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