MERCADOS

Alrededor de 300.000 bachilleres tienen que elegir estos días que carrera escogen ―van a probar más del 90%― y, aunque muchos casos la elección viene condicionada por la nota de acceso que se queda corta para el grado ansiado, en otras el alumno a estas alturas anda perdido. El menú de opciones es larguísimo, con 3.700 títulos de grado entre las universidades públicas y privadas―antes del Plan Bolonia, el catálogo era el mismo y fijo para toda España y había un centenar largo de licenciaturas y diplomaturas―; además, la oferta resulta a veces indescifrable ―¿qué se estudia en el grado en Gestión de la Información y Contenidos Digitales o en el de Gestión de Ciudades Inteligentes y Sostenibles?― por lo que cada vez más desnortados buscan consejo para elegir el título o recurren a herramientas digitales que ayudan a orientarse con rankings personalizados, test de vocación o calculadoras de empleabilidad. El buscador de notas del curso pasado de EL PAÍS también puede guiar.

El Estudio de la Fundación BBVA sobre Universitarios en España, hecho público el año pasado y basado en 3.430 encuestas entre alumnos, pone de manifiesto que cada vez se asesoran con conocidos que ejercen la profesión deseada (el 54% frente al 50%, en 2010) o a inscritos en esa carrera (55%), el 57% consulta el programa del grado en varias universidades y el 70% navega en páginas de distintas titulaciones antes de escoger. Pero, en paralelo, existen otros instrumentos no tan conocidos y que pueden resultar muy útiles.

Según el estudio de la BBVA, el 8% de los universitarios escoge sus estudios superiores en primaria, un 71% en secundaria, un 13% mientras estudia otra carrera, un 6% “no se acuerda” y un 3% “en otro momento”. Sin embargo, el Círculo de Formación, que encuestó a 2.200 bachilleres en sus ferias de orientación por 26 ciudades españolas entre octubre de 2023 y febrero de 2024 ―y, por tanto, más próximo en la respuesta al momento de escoger― afirma en un análisis que a mayoría duda entre varias opciones (43%) y un 13% no tiene una pista clara de lo que quiera estudiar.

El pasado curso, el extinto Ministerio de Universidades puso en marcha con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia una aplicación que se descarga en el móvil y que se basa en los datos oficiales: Qué Estudiar y Dónde en la Universidad (QEDU). El joven puede consultar en la app la nota de corte del año pasado en la carrera, la nota media de admisión, el rendimiento medio (número de aprobados), los créditos que hay que aprobar y su precio, la posibilidad de cursar el grado en un idioma extranjero o la tasa de afiliación a la Seguridad Social de los egresados y otros indicadores laborales.

Los bancos, tradicionalmente preocupados por la formación de los estudiantes y su empleabilidad posterior ―que redunda en el crecimiento del país―, llevan tiempo desarrollando también herramientas de orientación. En 2021, el Banco Santander lanzó Smart Talent Scanner, una web que registra una media de 20.000 consultas al mes. Se requiere algo de tiempo para contestar a todas sus preguntas, redactadas por expertos en recursos humanos, y en unos minutos la máquina emite un informe de este test, basado en psicometría ―que mide y cuantifica los procesos psicológicos y las capacidades cognitivas― que intenta ayudar al usuario a trazar su camino.

El análisis del Banco Santander describe cada profesión, qué competencias y conocimientos se necesitan y un listado de lugares en los que formarse. “La mayoría de los usuarios que hacen uso de la herramienta tienen entre 18 y 35 años y suelen estar relacionados con tecnología y datos, como por ejemplo analista de datos o data scientist”, explica José Vidal, responsable de contenidos y search marketing de la entidad en España.

La Fundación Conocimiento y Desarrollo ―conformada por grandes empresas españolas, entre ellas PRISA editora de este diario― lanza también cada curso el Ranking CYD, con un planteamiento muy distinto al de este banco. Directamente, aparece el listado de universidades privadas y el internauta va elaborando su propia clasificación personalizada. “El ranking te ofrece más de 30 indicadores organizados por dimensiones, como enseñanza y aprendizaje,

Los motivos para elegir carrera difieren según las áreas de conocimiento. En el caso de las ciencias puras (Física, Matemáticas o Química) prima el interés, que expresan el 49% de los matriculados, seguidos por los de la rama de Humanidades y las ingenierías, que empatan en el 36%, según la encuesta del BBVA. En cambio, pesa más entre los criterios las salidas laborales a la hora de elegir entre los inscritos en grados económicos (en el 34% de los casos) y jurídicos (224%). En esos casos es interesante también usar la calculadora de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que basándose en datos del INE, retrata la situación profesional de los graduados cinco años después de titularse.

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