MERCADOS

Un problema que ha acarreado polémica y malestar general desde el inicio de la Copa América 2024 ha sido el estado del césped. El torneo más antiguo del mundo arrancó hace una semana con el debut del campeón defensor, Argentina, contra la selección de Canadá, partido que terminó con un resultado a favor de la albiceleste de dos goles contra cero. Al finalizar el encuentro, el director técnico de los vigentes campeones del mundo, Lionel Scaloni, no se mordió la lengua para expresar su fastidio respecto al estado de la cancha del estadio Mercedes-Benz, en Atlanta. “La diferencia es que allá [frente a Arabia Saudí en Catar] jugamos en una cancha decente. Menos mal que ganamos porque si no hubiese parecido una excusa barata. Hace siete meses que sabemos que vamos a jugar acá y cambiaron el césped hace dos días. El césped de hoy no está apto para este tipo de jugadores”, sostuvo en la conferencia de prensa postpartido.

Otro que se quejó del estado del campo en el partido inaugural fue el portero argentino Emiliano Martínez, quien afirmó que “la cancha fue un desastre. Pusieron pan arriba de un sintético y parecía un trampolín cada vez que recibíamos la pelota, eso pone complicaciones en nuestro juego”. Siete días después de haber arrancado la competición y a una fecha de terminar la fase de grupos, el malestar se ha contagiado de forma generalizada al resto de selecciones y cuerpos técnicos que participan del campeonato. El astro argentino Lionel Messi, el centrocampista colombiano James Rodríguez o el delantero brasileño Vinicius Jr. sumaron sus voces críticas.

Una de las causas del estado de la cancha en Atlanta se debió en gran parte a que unas semanas antes, el estadio recibió dos importantes conciertos. El primero del cantante de country Kenny Chesney y el segundo, dos semanas antes, fue una de las fechas del tour estadounidense de la nueva gira de The Rolling Stones. Ambos conciertos no permitieron que el césped del campo de juego pudiera recuperarse adecuadamente.

Adicionalmente, el pasto de los escenarios deportivos que acogen a la Copa América, en su mayoría, son de pasto sintético, por lo que llevan un proceso de preparación diferente. Raúl Barrios, asesor técnico de mantenimiento del césped natural y sintético avalado por la FIFA, explica que sobre estas superficies primero se coloca una protección de hule y por encima se ponen los tapetes de césped natural, que se expanden como rollos sobre esta protección. Lo cual implica que, a diferencia de Europa —donde los campos son naturales y adaptados para balompié—, las canchas no consigan ese agarre ni esa estabilidad.

“Son campos provisionales que van a durar los 30 días que dura la Copa y después se van a quitar. En Europa ponen la cancha en una semana y están jugando prácticamente a los ocho o 10 días. Para que este tipo de superficies, sobre el pasto sintético, hubieran tenido una mejor condición, necesitaban por lo menos instalarse 90 días antes al torneo, algo que es imposible, porque esos estadios de esa capacidad no van a estar parados ese tiempo para un torneo de 20 tantos días. Entonces, lo que creo que pasó es que te dan solamente ciertas fechas, ciertos días para preparar tu campo y hagas tu torneo, y después quitas todo. Así regresan a sus condiciones normales de uso en césped sintético”, explica Barrios, quien también fue durante 18 años el director de operaciones del Estadio Azteca, en Ciudad de México.

Con este tipo de emplazamiento del césped, las raíces, al no poder crecer hacia abajo, se empiezan a extender hacia los costados y, como una alfombra, van sujetándose rollo con rollo, precisa el también arquitecto certificado en mantenimiento de canchas. Sin embargo, para que los rollos de pasto logren esto, necesitan un poco más de dos días.

The Rolling Stones y la agenda de otros eventos

Otro inconveniente ha sido que los 14 estadios designados para la competencia no tienen exclusividad de uso con la organización de la Copa América. Muchos de ellos tienen una agenda paralela con conciertos, otros tipos de eventos de entretenimiento o funcionan como espacios de entrenamiento para otros deportes como el fútbol americano.

Barrios ve una mala preparación o poca contemplación de tiempo, por parte de la organización, para preparar los campos. Sin embargo, entiende que los estadios se sustentan de realizar eventos. Explica que en Estados Unidos es normal que las superficies de competencia para fútbol se monten con pocos días de anticipación al día de juego, principalmente para amistosos internacionales.

“Este tipo de instalación obviamente no reúne las características y las condiciones ideales para el desarrollo de un buen partido. Además, son peligrosas, porque son campos que, como se acaban de poner, no tienen buen agarre entre un rollo y otro rollo [de césped]. El pie se puede desplazar con mucha facilidad provocando lesiones, el bote del balón no es uno vivo, es uno que mata el bote de la pelota y el rodamiento también es afectado. La superficie, al no estar completamente pareja como mesa de billar, complica el control de la pelota”, afirma el especialista.

Jorge Fossati, director técnico de Perú, apuntó directamente contra el césped cuando le preguntaron por la lesión de Luis Advíncula, que tuvo que abandonar el campo con señales de dolor en el tendón de Aquiles en su encuentro frente a Chile. “No soy médico ni nada por el estilo, pero hace unos cuantos años que estoy en el fútbol y sé que las lesiones de tendón de Aquiles pueden venir cuando no es una cancha con césped normal”, afirmó el preparador en conferencia de prensa.

Barrios dice que los jugadores que vienen de clubes de Europa son los que han sufrido las condiciones, ya que no están acostumbrados a una superficie así.

Ante la polémica y las quejas, había quedado la duda sobre si la situación será similar durante el Mundial en 2026 que coorganizan entre Estados Unidos, México y Canadá, que tendrá como sedes a algunos de los mismos estadios de la Copa América. El especialista en canchas dice que los estándares de la FIFA son “muy altos” y, por tanto, los países que hagan de anfitriones tienen que forzosamente apegarse a las solicitudes del máximo ente del balompié internacional.

“Tienen que hacer las canchas con el tipo de pasto que ellos te van a indicar y con todas las características de construcción que van a supervisar. Para el Mundial no es ni cerca de lo que estamos viendo. Esperábamos una Copa América atractiva porque era en Estados Unidos, desgraciadamente se ha demeritado mucho la calidad del producto, el estado de las canchas, que la verdad no cumple con las expectativas que todos teníamos. En esa parte sí quedaron muy cortos”, concluye.

Exit mobile version