La realeza europea se prepara para celebrar este viernes la primera gran cumbre monárquica tras la pandemia. La casa real noruega ha tirado la casa por la venta para celebrar la mayoría de edad de la heredera, la princesa Ingrid, y ofrecerá en la noche del viernes una cena de gala en su honor en el Palacio Real de Oslo.
En la lista de invitados había miembros de todas las casas reales europeas, entre ellos los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Sin embargo, será el monarca el único miembro de la familia que viaje a Oslo para celebrar el cumpleaños de Ingrid de Noruega, que además es ahijada de Felipe VI. Ni la reina ni sus hijas estarán presentes.
Dado el vínculo del rey con la princesa, se esperaba que, al menos Letizia, se desplazara con él a Oslo, y también era para muchos expertos la ocasión perfecta para que Leonor y Sofía comenzaran a relacionarse con otros royals europeos. El cumpleaños de Ingrid de Noruega marcará el encuentro entre varias futuras reinas del continente entre las que están la propia Ingrid, la princesa Amalia de Holanda y Elisabeth de Bélgica.
Habría sido el momento para que Leonor, que termina su primer curso en Gales este mismo viernes, se estrenara en un evento de esta magnitud y pudiera relacionarse las princesas con las que inevitablemente se cruzará en los próximos años, cuando vaya sumando más actos institucionales a su agenda.
La noticia es una sorpresa para los que esperaban ver a los reyes y al debut de Leonor, pero la ausencia de la reina no es rara si tenemos en cuenta la historia de Letizia desde que llegó a Zarzuela. Sin ir más lejos, la consorte tampoco estuvo en la confirmación de Ingrid de Noruega en agosto de 2019, a la que Felipe VI sí asistió en solitario como su padrino. Tres años después, se repite la historia.
Otras ausencias sonadas
No es la primera vez que los reyes, y especialmente Letizia, ocupan titulares por ausentarse de eventos con la realeza europea, y se han ganado la fama de sosos en su intento por ser una monarquía sobria.
En julio de 2011 los entonces príncipes de Asturias no asistieron a la boda de Alberto y Charlene de Mónaco, donde se dieron cita casas reales de todo el mundo. Entonces, se habló de que había sentado mal que el príncipe monegasco pusiera en duda la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2012 aludiendo razones de seguridad.
Felipe y Letizia también fueron los grandes ausentes de los fastos para conmemorar los 80 años del rey Harald de Noruega en 2017, y a la cita acudieron los reyes Juan Carlos y Sofía en su lugar. Un año después, también faltaron al 50º cumpleaños de Federico de Dinamarca siendo, de nuevo, la ausencia más sonada.
El aniversario que no se perdieron los reyes fue el de Guillermo de Holanda, que celebró sus 50 años con un fin de semana por todo lo alto en el que Letizia llamó la atención de la prensa extranjera y nacional por sus imponentes looks.
La última vez que los reyes se reunieron con otros royals y homólogos europeos fue el pasado mes de marzo en Londres, en la misa en recuerdo a Felipe de Edimburgo un año después de su fallecimiento. Felipe y Letizia llegaron a la Abadía de Westminster junto a miembros de otras casas reales, entre ellos Marie-Chantal Miller, mujer de Pablo de Grecia y enemiga declarada de la consorte desde el famoso rifirrafe en Palma con la reina Sofía.
Letizia y Miller no cruzaron miradas y el tiempo en Londres de los reyes fue de apenas unas horas y regresaron ese mismo día a España. Al contrario que la reina, la esposa de Pablo de Grecia y su familia sí viajarán el viernes a Oslo.
