Es verano. Los días duran más que las noches y, cuando el sol empieza a ponerse, el calor da paso a un ligero frescor que hace que estar en la calle se vuelva más agradable. Es a partir de ese momento del día cuando las terrazas de los bares empiezan a llenarse de gente.
Sin embargo, que este sea el plan de muchas personas día tras día, puede resultar poco beneficioso para su salud. Al menos, si cada poco tiempo cena o picotea fuera de casa. Así lo explica la doctora en Nutrición y Ciencias de los Alimentos y responsable de Conciencia y Nutrición, Carolina González.
“No siempre hace falta escoger lo que vemos mejor. Si por ejemplo, estamos hablando de salir un día a tomar algo, yo animo a que la persona opte por lo que le guste. Ahora bien, si es algo que va a suceder todos los viernes o incluso, de viernes a domingo, podría ser más necesario poner el foco y replantearnos cómo mejorar esa parte”, indicaba, en declaraciones recogidas por La Voz de Galicia.
Y eso, ¿cómo se consigue? Pues pidiendo aquellas tapas o raciones que nos ayuden a mantener una ingesta equilibrada. Se puede hacer creando algo así como el denominado plato de Harvard. Este pasa por crear un menú en el que haya todo tipo de alimentos.
Tres tapas
De entre todos los nutrientes que podemos adquirir mediante la alimentación, la experta recomienda que, fuera de casa, escojamos platos que nos aporten proteínas, hidratos de carbono y verduras.
Los hidratos de carbono los pueden aportar la paella, la tortilla de patata, el arroz o el cuscús. Las raciones vegetales pueden ser en forma de gazpacho o salmorejo, ahora con el calor, pero también de champiñones o hummus. Y, finamente, las proteínas las pueden aportar las tapas de carnes o mariscos.
