Más de una semana después del beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso durante la celebración de la victoria de España en el Mundial de Fútbol Femenino, la jugadora ya está en Madrid intentando asimilar todas las emociones vividas en los últimos días.
Después de emitir un comunicado en el que aseguraba haberse sentido “vulnerable y víctima de una agresión” y confirmar que el beso no había sido consentido, la futbolista reapareció el pasado sábado en el palco del Atleti durante la final de la Women’s Cup llevándose la ovación del público.
Este lunes, las cámaras de Europa Press han grabado a Hermoso por las calles de Madrid, donde una reportera le ha preguntado cómo está. “Mucho, mucho”, respondía la futbolista sobre si estaba contenta por el apoyo recibido en todo el mundo durante la última semana.
Sin embargo, la campeona del mundo ha preferido guardar silencio después de que la reportera de la agencia de noticias le preguntara por el discurso de Luis Rubiales el pasado viernes.
Hermoso explicó en su comunicado publicado a última hora del viernes tras las incendiarias palabras expresidente de la RFEF, que ha sido cesado temporalmente, que estuvo varios días en estado de “shock” por todo lo que había pasado.
Además, la jugadora calificó el beso como un “acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte”, refutando la versión de Rubiales, que aseguraba que había sido “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”.
“Sencillamente no fui respetada”, señalaba en el texto, en el que también reclamaba “tolerancia cero con estos comportamientos”. Hermoso, al igual que el resto de futbolistas que levantaron la copa del mundo en Australia y las doce que renunciaron a la convocatoria, ha asegurado que no volverá a jugar con la Selección Española mientras sigan los actuales dirigentes.
