MERCADOS

Un 20 de marzo de 1984, hace más de 40 años, se tomó la fotografía que ilustra este artículo. Ese día salía de las líneas de producción de la planta de Volkswagen Landaben, en Navarra, el primer Polo, un modelo que no tardó en popularizarse entre las clases trabajadoras de toda Europa. Esta semana (probablemente entre este martes y miércoles), la fábrica dejará de ensamblar este vehículo que entre 1984 y finales de 2018 fue su única fuente de trabajo, y del que hasta ahora ha hecho más de 8,4 millones de unidades en España. El Polo se seguirá vendiendo en los mercados europeos, pero la producción española de este modelo se pasará a Sudáfrica, que ya hace algunas versiones del coche. El motivo del adiós es el paso a la electrificación que experimentará la factoría española, que a partir de 2026 hará dos modelos eléctricos: un SUV pequeño para Volkswagen y otro para Skoda.

Esto último la convertirá en una fábrica multimarca, algo inédito en su etapa como fábrica del grupo Volkswagen, pero no en su historia, que se inicia en 1965 cuando se pone su primera piedra. En 1966 comienza a producir para la empresa Authi (Automóviles de Turismo Hispano-Ingleses), con la que hizo modelos como Mini, Autin, Victoria, Morris y MG. Así fue hasta 1976, año en el que Seat compra la factoría, el paso previo al arribo de Volkswagen en 1984.

El primer Polo hecho en Landaben fue un A02 que contaba con un motor de cuatro cilindros de 1.272 centímetros cúbicos. Tenía una potencia de 55 caballos, una caja de cambios de cinco velocidades y alcanzaba una velocidad máxima de 154 kilómetros por hora. Todo ello al módico precio de 547.700 pesetas, unos 3.291 euros, una cifra que queda lejos de los 19.900 euros al que se ofrece el vehículo en la web del fabricante a día de hoy. Ese primer vehículo salido de las líneas de Landaben se donó a la Casa de Misericordia de Pamplona, que lo devolvió en 2002 para que se expusiera en la planta. Desde esa primera unidad, en Navarra se han hecho cinco versiones (la actual es la A07) del Volkswagen Polo. A día de hoy, el Polo es el coche que menos carga de trabajo da a una planta que también hace el T-Cross y el Taigo.

Obras para acoger los modelos eléctricos en Landaben

De cara al futuro, la fábrica está ampliando con 5.000 metros cuadrados adicionales la nave de chapistería y ha desmontado una de sus tres prensas de estampación que se ha quedado antigua. La compañía montará en su lugar una nueva prensa, lo que demandará una inversión de 52 millones de euros, que se destinará exclusivamente para los vehículos eléctricos que empezará a hacer dentro de dos años. Estos serán el Skoda Epiq y otro SUV de la marca Volkswagen del que todavía no se sabe el nombre. Ambos se venderán en el entorno de los 25.000 euros en un contexto de fuerte competencia, sobre todo por el arribo en cascada de numerosas marcas chinas que cuentan con ventaja tanto en costes como en tecnología respecto a compañías europeas como el grupo Volkswagen.

Este tipo de reformas y la necesaria adaptación de las líneas de producción provocarán una bajada en el nivel de actividad de la planta, sobre todo el año que viene, según admiten fuentes de la compañía. Entonces deberá de acometer unas obras que no podrán hacerse mientras la fábrica esté en funcionamiento, por lo que Landaben se verá obligada a parar máquinas algunas semanas.

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