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El Gobierno español ha presentado este viernes una protesta formal ante Israel por las trabas que este país ha impuesto al funcionamiento del Consulado General de España en Jerusalén, en represalia por el reconocimiento español del Estado palestino. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha subrayado que las medidas unilaterales aplicadas por el Gobierno de Benjamin Netanyahu vulneran la Convención de Viena, que regula las relaciones diplomáticas, y ha advertido de que estas se basan en la “reciprocidad”, sugiriendo que España podría imponer restricciones similares a la actividad consular de Israel en España.
“Hemos trasladado una nota verbal al Gobierno de Israel, en la cual rechazamos cualquier cortapisa a la actividad normal del Consulado General de España en Jerusalén porque tiene un estatuto que está garantizado por el derecho internacional y por la Convención de Viena”, ha anunciado Albares en declaraciones a Onda Cero. “Ese estatuto no se puede cambiar unilateralmente por parte de Israel”, ha añadido. “Hay una aplicación de reciprocidad de esas garantías, de esos privilegios e inmunidades entre representaciones diplomáticas y, por lo tanto, lo hemos rechazado ya de [manera] firme y hemos pedido que se revierta esa decisión”.
El pasado lunes, el ministerio israelí de Asuntos Exteriores remitió una carta a la Embajada española en Tel Aviv en la que le comunicaba que, a partir del 1 de junio, el consulado español solo podría prestar servicios a los residentes en el distrito consular de Jerusalén pero, en ningún caso, a los residentes en los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza, con la única excepción de los ciudadanos españoles.
El consulado español, ubicado en Jerusalén Este, se ha encargado en los últimos años de las relaciones con el pueblo palestino, mientras que la Embajada en Tel Aviv se relaciona con el Estado de Israel. Dentro de esta división de papeles, el consulado en Jerusalén actuaba como embajada oficiosa ante la Autoridad Nacional Palestina, un rol que adquiere dimensión oficial tras el reconocimiento del Estado palestino por parte de España.
Exteriores ha presentado su protesta tras encargar un estudio a la Asesoría Jurídica Internacional del ministerio que concluye que las medidas adoptadas por Israel vulneran la Convención de Viena. En el caso del Consulado General de España en Jerusalén se trata, además, de un consulado histórico, cuyas prerrogativas e inmunidades se basan también en su ejercicio durante siglos.
La nota verbal enviada este viernes a las autoridades israelíes es independiente de la protesta diplomática que España está preparando ante los insultos vertidos por el ministro de Asuntos Exteriores Israel Katz, quien acusó al presidente Pedro Sánchez de “cómplice de incitación al asesinato del pueblo judío” y de “crímenes de guerra” por reconocer al Estado palestino y no destituir a la vicepresidenta Yolanda Díaz, quien llamó a “liberar Palestina desde el río hasta el mar”; un lema que Israel interpreta como la negación de su derecho a existir. Katz también difundió un vídeo que alternaba imágenes de unos bailarines que simulaban bailar flamenco con otras de los crímenes de Hamás. Albares anunció el pasado martes que España daría una respuesta “serena, firme y concertada” con Noruega e Irlanda, que también han reconocido al Estado palestino y han sido objeto de críticas por parte de Israel, a los “bulos deleznables” y “ataques infames” lanzados por el Gobierno de Netanyahu, pero aseguró que lo haría “en el momento adecuado, sin caer en provocaciones”.
Albares ha revelado que el jueves habló con sus homólogos noruego e irlandés sobre “la comunicación conjunta” que los tres países van a hacer “con respecto a todas esas falsedades y calumnias que se han estado vertiendo hacia nuestros tres gobiernos durante estos días”. El jefe de la diplomacia española se encuentra este viernes en Praga (República Checa), participando en la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN junto al jefe de la diplomacia noruega, Espen Barth Eide.
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