MERCADOS

El Partido Popular considera que uno de los mayores éxitos para garantizar la “independencia del Poder Judicial” logrado con el acuerdo firmado con el PSOE para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es el cambio en las mayorías. A partir de ahora, las decisiones del CGPJ deberán ser adoptadas por tres quintos de los vocales —es decir, 13—, en lugar de la mitad más uno como estaba estipulado durante los mandatos de José María Aznar (1996-2004) y Mariano Rajoy (2013-2018) —es decir, 11—. “Se acabó la minoría y la mayoría progresista, conservadora… Eso es fundamental”, recalcó este jueves Alberto Núñez Feijóo en una entrevista en Esradio. “Nos parecía que ese asunto venía a blindar y a sacar de la discusión del 10 más 1 con el voto de calidad del presidente… Esto no va de bloques, esto va de intentar buscar los mejores”, agregó el líder del PP. Pero el Partido Popular saca pecho ahora de una mayoría cualificada que impulsó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 para nombrar a altos cargos de la cúpula judicial y que el PP llegó a recurrir incluso ante el Tribunal Constitucional, que avaló la reforma socialista. Con el Gobierno de Mariano Rajoy cambió la Ley en 2013 para regresar a la mayoría simple para los nombramientos del órgano de gobierno de los jueces. Pero Pedro Sánchez la recuperó de nuevo en 2018 mediante otra reforma legal.

Una vez se apruebe, previsiblemente en julio, el proyecto de ley registrado de manera conjunta por PSOE y PP, el nuevo sistema de mayoría de tres quintos será necesario para que los vocales del CGPJ tomen sus decisiones. Entre ellas, la designación de las vacantes del Tribunal Supremo, de los presidentes de los tribunales superiores de justicia de las comunidades autónomas, de los presidentes de las audiencias provinciales —estos últimos nombramientos se podían hacer hasta ahora por mayoría simple— y de los jueces del CNI.

La reforma Zapatero. En 2004, el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero impulsó una ley orgánica para modificar la norma que regula al Poder Judicial. Dicho cambio pretendía evitar el rodillo de la mayoría conservadora del PP en el seno del CGPJ y establecía que desde entonces era necesaria una mayoría de tres quintos para nombrar tanto al presidente del Tribunal Supremo como para designar al presidente y vicepresidente del propio Consejo y a los presidentes de Tribunales Superiores de Justicia.

Recurso del PP. Totalmente contrario a dicha reforma, el Partido Popular recurrió en 2005 ante el Tribunal Constitucional la obligatoriedad de las mayorías reforzadas para hacer determinados nombramientos. Y, años después, ya en diciembre de 2012, el tribunal de garantías dio un varapalo al PP al tumbar el recurso presentado. Según recoge la sentencia, la formación entonces liderada por Mariano Rajoy consideraba que la mayoría de tres quintos exigida “va contra el estatuto constitucional de Jueces y Magistrados recogido en los artículos 117, 122, 127 y 103.3 CE, contra el régimen constitucional del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que reconoce el artículo 122 CE, y contra algunos de los principios básicos de funcionamiento de nuestro sistema democrático y nuestro Estado de derecho”. También entendían los populares que vulneraba “el mandato constitucional de imparcialidad, independencia y sometimiento exclusivo de los Jueces al imperio de la ley (artículo 117 CE), porque pretende que una minoría pueda bloquear cualquier acuerdo de la mayoría en el seno del CGPJ si no se produce un reparto que la satisfaga”.

Sentencia del Constitucional y reforma de Ruiz-Gallardón. En una dura sentencia, el tribunal de garantías avaló la constitucionalidad de la ley al señalar, entre otras cuestiones, que “no se puede deducir del texto de la Constitución límite alguno impuesto al legislador orgánico a la hora de configurar el modo concreto en que el CGPJ adopta las decisiones relativas a la provisión de plazas de nombramiento discrecional”. Pese a ser favorable a la reforma de los socialistas, el pronunciamiento llegó ya con Rajoy como presidente del Gobierno y con Alberto Ruiz-Gallardón como ministro de Justicia, quien volvió a promover una nueva reforma para dar la vuelta al sistema y volver a la mayoría simple para designar a los miembros de la cúpula judicial.

Cambios con Sánchez. No obstante, el sistema volvió a cambiar poco después de que Pedro Sánchez fuese investido presidente tras la moción de censura a Rajoy. En diciembre de ese año, el Gobierno socialista impulsó de nuevo otra reforma con la que el CGPJ debía otra vez reunir una mayoría de tres quintos para poder designar a altos cargos de la cúpula judicial. Lo que ocurrió después fue que, debido al bloqueo del PP, que se oponía a renovar el órgano de gobierno de los jueces, en 2021 prosperó otra iniciativa legislativa del Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos para que el CGPJ no pudiera hacer nombramientos con el mandato caducado.

La reforma legal que han pactado ahora PP y PSOE para garantizar la renovación del Consejo mantiene la exigencia de las mayorías reforzadas para los principales nombramientos y también para los presidentes de las diputaciones provinciales. Feijóo sostiene que esta es una de las claves para reforzar y blindar la independencia judicial. Es la misma clave que el PP rechazó, recurrió al Constitucional sin éxito y derogó cuando gobernó.

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