![](https://i3.wp.com/imagenes.elpais.com/resizer/v2/XOFIDGZMDOJLUKUJ4F2HRJRHMQ.jpg?auth=f7fabb3dbda7f1bdd7554f9171011415ab98d32b1db4c6ad96db75e4b8d8ad05&width=1200&w=1200&resize=1200,0&ssl=1)
El Premio Nacional de Tauromaquia no se entregará este año y el Ministerio de Cultura, dirigido por Ernest Urtasun, de Sumar, ha iniciado los trámites para su anulación definitiva, según ha adelantado eldiario.es y ha podido confirmar EL PAÍS.
El Premio se otorgaba desde 2013, cuando lo ganó Francisco Manuel Ojeda González, juntos a los otros dedicados a Teatro, Narrativa, Cómic o Danza, con una dotación de 30.000, lo que suponía 10.000 euros más que alguno de los otros premios, como el de Poesía. “En el ordenamiento jurídico español la tauromaquia forma parte del patrimonio cultural digno de protección en todo el territorio nacional. En su condición de patrimonio cultural, se impone una obligación a todos los poderes públicos de garantizar su conservación y promover su enriquecimiento”, se lee todavía en la página web del ministerio dedicada al premio
En su programa electoral, Sumar era claro respecto a la tauromaquia: planteaba, en su apartado de Protección y bienestar animal, la “derogación de la Ley 18/2013 de protección cultural y patrimonial de la tauromaquia”, limitar la participación de los menores “en espectáculos crueles con animales” y la “supresión de la financiación pública de los espectáculos taurinos con muerte del animal”.
“Mi posición es conocida en este tema. La tauromaquia es una gran tradición española, pero, como todo en la vida, las tradiciones evolucionan, ¿no? Lo he dicho muchas veces, yo creo que una gran mayoría de la sociedad no está de acuerdo con el maltrato animal”, explicitó el ministro Urtasun en una entrevista con este periódico. Ninguna de las últimas medallas de Bellas Artes, responsabilidad de su ministerio, fueron otorgadas al mundo del toreo.
El último ganador del Premio Nacional de Tauromaquia fue Julián López “El Juli”, en 2023, el año de su retirada tras 25 de carrera en los ruedos, una carrera que le llevó “desde sus inicios como niño prodigio, a consolidarse como una figura de época en el toreo”, en palabras del jurado.