MERCADOS

“Llamada entrante, Luis de la Fuente”. Es habitual que el teléfono de Dani Olmo suene con una llamada del seleccionador español, sobre todo cuando el futbolista del RB Leipzig está lesionado. “Luis siempre quiere saber cómo está Dani”, cuentan desde el cuerpo técnico. Una situación que se repitió hasta en tres ocasiones la pasada temporada después de que Olmo se perdiera 29 partidos y se pasara 111 días en la enfermería. Un problema-solución para De la Fuente. “Dani va a llegar fresco a la Eurocopa”, alertaban desde el staff técnico de la Roja. Sin embargo, la frescura se transformó en falta de ritmo competitivo y Dani Olmo comenzó la Euro en el banquillo. Pero algo cambió ante Albania: el 10 agitó a los suplentes y sembró la duda en De la Fuente. Y eso que parecía tener un once inicial intocable.

“Es un futbolista de nivel superior, fantástico”, elogió De la Fuente a Dani Olmo después del último partido ante Albania. El catalán cerró su primer encuentro como titular con una asistencia, cuatro disparos (dos a portería) y el 83% de los pases acertados. Además, completó tres regates exitosos en tres intentos y ganó el 100% de los duelos. “Es valor top, pero esto es un equipo y en cada momento determinado saben asumir su rol. Dani es talentoso, pero es jugador de equipo, destaca el bien general antes que el particular”, insistió De la Fuente. El técnico sabe que la suplencia de Olmo no le generaría ningún problema en el grupo —la armonía del vestuario es una de sus grandes armas—, pero sí en su cabeza.

“No descartamos que Dani pueda entrar al equipo. Es un jugador que sabe interpretar diferentes escenarios de partidos y puede adaptarse a distintas posiciones en el campo. Sabe jugar entre líneas, puede ir a la banda”, explican desde el cuerpo técnico. No es nuevo que desde el staff técnico se destaque la polivalencia de Dani Olmo, jugador fetiche de De la Fuente desde que coincidieron en la sub-19, campeona de Europa en 2019. En aquella final ante Alemania, Olmo se llevó el MVP del partido. Dos años más tarde, el catalán lideró a la Rojita que se colgó la medalla de plata en Tokio.

El futuro se convertía en presente en España, por eso, cuando De la Fuente saltó a la absoluta, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas había una premisa que parecía indestructible en el cuerpo técnico: “Dani Olmo, más 10″. A veces como extremo, en ocasiones como interior, en algunos duelos también como mediapunta, Olmo siempre era importante para el seleccionador. Ocurrió, sin embargo, que el futbolista formado en la cantera del Barça llegó tocado a la Nations League. Misma situación que en la Euro.

Y eso que Dani Olmo apretó para llegar a punto a Alemania. Dos jornadas antes de que terminara la Bundesliga, el 10 de España pidió ser liberado por el RB Leipzig. La entidad alemana, que busca que renueve su contrato —tiene una cláusula de 60 millones a ejercerse antes del 15 de julio—, quería mimar al catalán, en la mirilla del Barcelona, el Manchester City, el Liverpool y el Bayern Múnich. Él, a pesar de que entiende que su futuro ya está lejos de Leipzig, solo quería olvidarse de sus molestias físicas. Fue el primero en llegar a Las Rozas, junto a Cucurella y Zubimendi. El miércoles 29 trabajaron por la tarde, el jueves 30 hicieron doble sesión, mientras que el viernes 31 se ejercitaron por la mañana. Durante esos tres días se alojó en un hotel en Madrid y el 1 de julio se sumó junto a toda la expedición de España (solo faltaban los jugadores del Real Madrid, que habían ganado la Champions, y Laporte) a la concentración de la Roja.

Plan específico

“Hicimos un plan de trabajo específico para Dani”, comentan en la Federación. En el primer duelo ante Croacia, Olmo arrancó en el banquillo: 31 minutos. Ante Italia, ni siquiera saltó al campo. “Es verdad que no hizo un gran partido ante Croacia”, se lamentan desde Donaueschingen. Sucedía lo inédito para el 10, era suplente con De la Fuente. “Fue raro, porque Dani es el ojito derecho del míster”, comenta un futbolista de la Roja.

Pero Nico Williams y Lamine Yamal volaban por las bandas, mientras que Pedri se miraba en el espejo de Pedri. Entonces, Dani Olmo se quedaba sin lugar en el once ideal de De la Fuente en Alemania. “Si no puedo mostrarme en el campo, lo tendré que hacer en los entrenamientos”, advirtió Dani Olmo. Y subió el esfuerzo en las sesiones de preparación. Ante Albania, llegó su momento. Esta vez, a diferencia del estreno de la Roja contra Croacia en Berlín, no lo desaprovechó.

Dani Olmo pide su lugar en el once incial ante Georgia. Y ahora el problema lo tiene De la Fuente.

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