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El Ministerio de Cultura ha anunciado este jueves la puesta en marcha del Plan de Derechos Culturales, una línea de trabajo “prioritaria” de la cartera con la que se busca “la igualdad y la equidad en el acceso a la cultura”, como aseguró Jazmín Beirak, cabeza de la Dirección de Derechos Culturales, órgano creado en febrero pasado. “Sabemos que no toda la población puede acceder de la misma manera, por brechas a nivel territorial, étnico racial, de origen o discapacidad”. El proyecto arrancó este mes con la fase de diagnóstico, en la que participan cerca de 200 representantes de asociaciones, organizaciones y agentes del sector. Este primer paso se extenderá hasta noviembre y está previsto que en mayo de 2025 se presente el plan completo.

“Para nosotros es imprescindible el plan para abrir una ventana con las culturas vivas de nuestro país, establecer las pautas de la participación de nuestros ciudadanos en la vida cultural española, que no puede ser un menú cerrado y creado desde las instituciones. Nos dotará de una posición de vanguardia en las políticas culturales de Europa”, afirmó el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, en un acto de presentación en el que no aceptó preguntas de la prensa. Añadió que el proyecto arbitrará las políticas que garanticen el derecho a la cultura, redistribuirá su acceso a todo el Estado y pondrá en valor la diversidad de prácticas a nivel de lengua, tradiciones o patrimonio.

En esta primera etapa de recopilación de propuestas e identificación de problemas participan miembros de asociaciones, colectivos y entidades de todo el país. Los integrantes están divididos entre 15 y 20 para cada uno de los 13 ejes que componen el plan: desarrollo local y comunitario; educación y cultura; mediación cultural; igualdad de género; diversidad étnico racial; diversidad lingüística; discapacidad; desigualdad; cultura intergeneracional; sostenibilidad; derechos digitales; evaluación de las políticas culturales; y adecuación normativa, buenas prácticas y gobernanza.

“Cuando llegamos al Ministerio teníamos claras tres cosas: no queríamos dirigir la cultura de nuestro país desde una torre de marfil. En segundo lugar, España tiene compromisos internacionales que reconocen el derecho a la cultura como fundamental y desde las instituciones tenemos la obligación de dar una respuesta. En tercer lugar, tenemos muy claro que en estos momentos la defensa de la cultura es la principal herramienta que tenemos de la defensa de la democracia en unos momentos que no son fáciles para la cultura”, aseguró Urtasun. Hizo referencias al artículo 27 de la Declaración de Derechos Humanos de 1948 y la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la Unesco, celebrada en 2005.

La libertad de expresión y la lucha contra la censura son otros de los pilares que sostienen al plan. Se estudiará caso por caso y se identificarán donde se dan condiciones que favorecen el control o la censura. Junto a Urtasun y Beirak, el equipo que elabora el proyecto lo terminan de componer Beatriz Barreiro, profesora titular de Derecho Internacional Público de la Universidad Rey Juan Carlos; y Dagmary Olivar, investigadora y gestora cultural.

Una vez concluido el diagnóstico se continuará con la formulación de propuestas, de redacción y de revisión, con la previsión de presentar el texto definitivo el próximo año. El Plan de Derechos Culturales será expuesto además en el marco del foro internacional de cultura Mondiacult 2025, impulsado por la UNESCO, que acogerá Barcelona a finales del próximo año.

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