MERCADOS

La larga partida de ajedrez entre Bruselas por un lado y Lufthansa y el gobierno italiano por la compra de la aerolínea ITA, la antigua Alitalia por Lufthansa se ha resuelto con algo parecido a tablas. La Comisión Europea ha aceptado finalmente la operación en la que tanto empeño tenía el Ejecutivo de Giorgia Meloni, pero, a cambio, ITA y la compañía compradora, la alemana Lufthansa, han tenido que ofrecer soluciones para que el movimiento no afecte mucho a la competencia. Esos remedios son de obligado cumplimiento y tendrán que desplegarse antes de que se complete la operación.

Cuando Bruselas comenzó a analizar el movimiento corporativo, que consiste en la compra inicial del 41% de ITA por Lufthansa para después ir aumentando la participación hasta el 100%, detectó que podía dañar a la competencia en las rutas de corto alcance entre Italia y destino en países de Europa central. También reducía las ofertas en los vuelos entre Italia y Norteamérica, tanto hacia Estados Unidos como hacia Canadá. Por último, señalaba el departamento de Competencia de la Comisión Europea se creaba una situación de dominio excesivo en el aeropuerto de Milan-Linate.

Para solucionar esta situación, el Ejecutivo italiano -propietario de la antigua Alitalia- y Lufthansa han ofrecido vías para aliviar esta situación, puesto que ITA y la aerolínea alemana son ahora competidores directos en muchas de las rutas que se podían ver afectadas. Explica Bruselas que el Gobierno italiano y Lufthansa que en los vuelos de corto alcance entre Italia y Centro Europa “pondrán a disposición de una o dos aerolíneas rivales los activos necesarios para que puedan iniciar vuelos sin escalas entre Roma o Milán y determinados aeropuertos de Europa Central”. “Los adjudicatarios tendrían que operar en esas rutas durante un periodo mínimo determinado. Lufthansa y el MEF también garantizarán que una de esas compañías rivales tenga acceso a la red nacional de ITA para ofrecer conexiones indirectas entre determinados aeropuertos de Europa Central y algunas ciudades italianas distintas de Roma y Milán”, expone el comunicado de la Comisión.

Sobre las concesiones hacia Norteamérica el compromiso es que “la empresa fusionada llegará a acuerdos con sus rivales para mejorar su competitividad en las rutas de larga distancia en cuestión, por ejemplo mediante acuerdos de interlínea o intercambios de franjas horarias”. El objetivo es que aumenten las frecuencias de los vuelos sin escalas.

Por último, Lufthansa y el Estado italiano se han obligado a vender slots, derechos de despegue y aterrizaje en el aeropuerto de Milán-Linate, a las rivales que vayan a operar rutas de corta distancia con activos de Ita Airways.

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